Un día, de repente, te das cuenta que la llama que mantiene viva tu ilusión está maltrecha. Esa ilusión ha sufrido, una y otra vez los embates de un entorno agresivo y muy poco gratificante. Por lo que te ves en el momento de decidir qué hacer con tu vida y tu mente decide que es el momento de construir, de crear, de sentir, de volver a disfrutar.
Ese momento es un momento excepcional, es un momento donde de tu fuerza interior es más potente que los elementos externos. Tu confianza supera a tus miedos y tu mochila se libera de las piedras y de los lastres del pasado. Sí, es verdad la frase “No esperes, nunca será el momento perfecto. Comienza ahora y empieza con medios que tengas disponibles, pronto dispondrás de herramientas mejores”.
Ahora, debes ser capaz de priorizar, es el momento de enfocar tu energía de forma óptima. Lo primero mantengas la mochila limpia, sin cargas, olvidando lo que pudo ser y no fue o lo que fue y pudo haber sido.
El pasado ya no existe, es futuro incierto, la situación es diferente, el tiempo es diferente, tú has decidido que sea diferente. Es el momento de crear equipo, de crear una nueva estructura.
Es imprescindible que te posiciones en otro plano mental. Esa levedad mental es muy deseable, más aún, es vital para ti. Debes dedicar la energía a crear, a pensar, a desarrollar, …. A TRABAJAR BIEN y de eso sabes.
Lo que parecía imposible, ahora se torna realidad y posible, y de repente nuevas jugadoras, nuevos retos, nervios otra vez. Vuelves a tener nuevos desafíos. Si volver a competir
Dejas atrás el pasado, agravios y malos rollos, y todo parece que se convierte en Ilusión.
Y todavía te preguntas ¿Por qué?